Hace unas semanas se aprobó un Decreto Ley que
modificaba sustancialmente todo el sistema de coberturas sanitarias
del la Seguridad Social. Hubo voces respecto a si desaparecía la
sanidad universal en España o no; y la Sra. Ministra de Sanidad
salió al paso de las críticas para decir que en ningún caso se
recortaban los derechos a la sanidad pública y universal en el país,
que se hacían las modificaciones pertinentes para evitar que en
España se siguieran dando los casos de turismo sanitario, tanto del
norte rico como del sur pobre; que se había legislado para que, para
tener tarjeta sanitaria fuera necesario ser residente fiscal, y que
los viajes que hasta ahora se daban, por una parte de turistas que
venían a nuestro país y que de pronto se tenían que someter a
alguna intervención quirúrgica, durante sus vacaciones; o por otro
lado los familiares de inmigrantes que venían a visitar a sus
familiares, y de repente también necesitaban intervenciones
quirúrgicas; fuera eliminado de raíz, ya que la universalidad de la
sanidad española era usado por ciudadanos de países vecinos para
someterse a operaciones que en su país no estaban cubiertas por el
régimen de Seguridad Social.
Desde uno y otro lado se alzaron voces a favor y
voces en contra de dicho decreto ley; ya que para unos se acababa con
el abuso que hacían de nuestro sistema personas que nunca habían
cotizado, y para otros era un método más de racismo y de
discriminación de los inmigrantes.
Pero, lo que en ningún momento mentó la Sra.
Ministra fue los derechos que recortaba a los propios españoles de
la universalidad de la sanidad, de estos que no necesitan residencia
fiscal para demostrar que llevan viviendo aquí más de 180 días, ya
que han nacido y crecido aquí.
La Sra. Ministra no mencionó a todos los jóvenes
mayores de 26 años que llevan más de 3 meses sin trabajar y sin
cobrar ayuda que automáticamente se quedan sin ningún tipo de
cobertura; no dijo nada sobre la derogación del derecho a la
Sanidad Universal que teníamos los españoles (hasta el 30 de abril
de 2012) a la cobertura sanitaria completa, si estábamos cotizando o
con un subsidio de desempleo, como titulares; y si no como
beneficiarios de nuestro padre o nuestra madre.
No estamos hablando de inmigrantes sin papeles
Según las encuestas de febrero el 50.50% de los
jóvenes españoles están en el paro, y sin perspectivas de
encontrar trabajo en un futuro cercano; y de estos jóvenes, todos
los que superen los 26 años y hayan agotado las prestaciones y
ayudas están sin cobertura social alguna (simplemente pueden acudir
a un centro de urgencias, y recibir asistencia de urgencia) y así
como vayan agotando las ayudas va a ir creciendo este colectivo.
Yo me pregunto cuantos de los ciudadanos que
celebraron que se retirara el derecho a la cobertura social a los
familiares de los inmigrantes tienen a un hijo o hija en esta
situación; y que opinan de que sus hijos también estén sin
cobertura y sean unos ciudadanos de segunda como los familiares de
los inmigrantes; ¿realmente estas personas han trabajado toda su
vida para que sus hijos y sus nietos no puedan tener derecho a la
sanidad en este país?
¿Cree la Sra Ministra que escondiendo esta
situación se esta etiquetando como una persona de bien, decente y
con algún valor moral que resaltar?
¿Usted, lector, está seguro que si mañana un hijo
suyo, una nieta, etc. sufre una apendicitis tiene derecho a una
operación; o por el contrario una vez operado le van a presentar una
factura por los gastos?
¿Pueden en este momento las familias españolas
asumir los gastos sanitarios de las eventuales intervenciones o
ingresos que puedan precisar sus miembros mayores de 26 años y en
situación de paro de larga duración?
¿Dónde están nuestros derechos sociales?
Comentaris
Moltes gràcies per participar en el concurso
Tens el n. 12
Molta sort, avui, demà i sempre
Bones Festes i mil petonets Susanna